viernes, 9 de marzo de 2012

...HÁBLAME...



...Prueba a despertar mi deseo solo con el calor de tu aliento...
Con el poder irresistiblemente enloquecedor de tu voz...

No me toques y prohíbeme que me toque también...

Pídeme que pegue los brazos a mi cuerpo...
Y háblame...

Bajito...
Muy bajito...

Despacio...
Muy despacio...

Empieza diciéndome solo palabras...

Suave...
Dulcemente...
Cerquita de mi...

Pero con cuidado de ni siquiera rozarme...

Dime primero palabras dulces...
Palabras pequeñas e inocentes que despierten mis sentidos...

Que abran como una flor mi piel dormida...

Mírame a los ojos mientras las dices...

Para que pueda ver reflejado en tus labios...en tus ojos...
Como vas perfilando...trazo a trazo...los contornos de mi deseo...

Intuye como mi sexo se despierta y se humedece...
Suave y deliciosamente caliente...

Solo por escucharte y tenerte tan cerca de mi...

Y si me estremezco no digas nada...

Tan solo conviértete en el director de mis suspiros...
De mis leves y aún callados gemidos...

Tú tienes la batuta...
De ti y de tu voz depende que palpite "allegro" o "piano"...

Modula mis instintos...

Pronuncia palabras que denoten posesión y deseo...

Atrévete a mezclarlas con otras más suaves...

Comprueba que ocurre cuando las dices dominado por el deseo que intentas contener...
Por la pasión que te grita desde dentro y callas...

Di lo que deseas...
Lo que quieres...
Lo que sientes...

Pero palabra a palabra...

Separando cada uno de los latidos que componen tus frases...

Para que mis oídos y mi piel supliquen enloquecidos que sigas hablando...
Que no calles...

Vamos...amor...dime...

No...
Sabes...
Como...
Te...
Deseo...
Mi...
Vida...

Oh...Dios mío...que deliciosa locura...
Sigue...mi amor...no calles...

Quiero...
Comerte...
Entera...

Volverte...
Loca...
De...
Deseo...

Romperte...
De...
Placer...

Ver...
Como...
Me...
Miras...
Deshecha...
En...
Mil...
Gemidos...

Uhmmmmmm...
Sigue...sigue...amor...

Háblame...

Ahora eres tú mi único dueño...
Soy tuya y de nadie más...

Vuélveme líquida y palpitante...

Háblame...

Hasta que el deseo me atrape tanto que gima loca de placer...
Hasta que sienta como mi sexo estalla en millones de partículas de deliciosa dulzura...

Y después...
Susúrrame al oído...

Te quiero...

Mi pequeña...

Descansa feliz...

Mi...
Delicada...
Y...
Dulce...
Niña...

1 comentario:

  1. Te diré suavemente mi pequeña
    que mereces, sin duda, que te quiera,
    que te acerque al oído las palabras
    que habrán de abrir el sitio de tus goces
    y se reparten en la luz que llevas
    en recónditos lances como pequeñas llamas
    en los rincones laxos de tu cuerpo
    donde palpitan pétalos de flores
    que apenas toca el aire de mi aliento
    donde la voz que exhalo y la tibieza
    son una misma brisa que te roza
    y despierta escozores
    torbellinos minúsculos
    deliciosas cosquillas
    bajando por tu cuello
    y por tus hombros
    hasta el suave declive de tus pechos
    para llegar a coronar las moras
    apretadas y duras en sus cimas
    y descender después al combo vientre
    y provocar pequeñas convulsiones
    temblores, sismos, estremecimientos.

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