...Querido Tormento Mío...
Me dijiste que te escribiera cuando te echara de menos...
Para contarte lo que me falta...
Lo que siento...lo que necesito...
Y hoy lo hago para decirte que voy a volver a hacerte mío...
O quizá debería escribir que quiero follar...
Una vez más...Contigo...
Tal vez esto te suene demasiado fuerte...
Acostumbrado a mi suavidad...
Pero es que cada día me cuesta más perfilar la frontera entre el amor y el deseo...
Entre la necesidad de la tierna caricia de tu alma y la mordedura de la pasión incontenible y brutal...
Acabo de llegar a casa...
A esta casa donde tú nunca has estado…
Pero que está llena de ti...
Y me estoy empezando a desnudar…
A toda prisa...
Desesperada...como una loca...
Las manos me tiemblan...
Y a duras penas puedo bajar la cremallera de la falda...
Toda una aventura sacarla por los pies...
Subida en los zapatos de tacón...
Un botón...dos...tres...
Los dedos se vuelven torpes por la premura...
Lo mejor es un seco y certero tirón...
Esta vez no puedo esperar...
La blusa se escurre por los hombros y cae sedosa y sumisa al suelo...
Liberando una embriagadora atmósfera...
Mezcla de perfume y calor...
Bajo del todo la persiana...
No quiero ver...
Prefiero la oscuridad total...
Solo sentirte...Sentirme...Sentir...
Desaparecer de aquí y pensar que estoy ahí...
Contigo...
Hecha locura que pide a gritos que tu cordura sea desmesura...
Me quito las bragas...
Desabrocho el sujetador...
Un escalofrío recorre mi espalda...
Mi piel se eriza...
El corazón palpita brioso...
Puedo sentirlo en mi pecho...
En mi ombligo...en mis rodillas...
En mis pies...
Me pongo de espaldas...contra la pared...
Que excitación...
El frío convierte mi piel en un gélido dominio que hace que mi sexo se haga más y más evidente…
Puedo sentirlo palpitante…ardiente…
Deliciosamente entumecido…
Como un Paraíso Encontrado...
Lleno de dulce y lúbrica suavidad...
Me vuelve loca esta sensación...
Respiro...Tiemblo...Suspiro...
Mis dedos juegan con el pelo...
Dibujan el contorno de mi perfil...
Los ojos...la nariz...
La boca...el cuello...
Abro las manos y las dejo apoderarse de los montes ansiosos de mis pechos...
Los pezones se endurecen...
Se contraen suplicando placer...
Empiezo el camino sin retorno de la búsqueda del Jardín del Edén...
Lamo la punta de mi dedo y trazo un agónico camino de saliva que recorre mi pecho…
Mi vientre...mi ombligo...
Para llegar...al fin...
A la tibia y mullida suavidad de mi monte de Venus...
Entrando…sin remedio…
En el deslizante y dulce precipicio de mi sexo…
No hay vuelta atrás…
Ya no quiero ni puedo parar…
Abro ligeramente las piernas…
Aprieto los glúteos…
Y empiezo a hacer que mis dedos dancen…
Primero dulces y después frenéticos…
Poseídos por la más mágica de las melodías que jamás interpretó deseo…
Mis piernas se tensan…
Mis pezones se endurecen y gritan lascivos entre mis dedos…
Las paredes de mi sexo se estrechan…
Ahora endurecidas y placenteramente rugosas…
Regalándome su delicada y deseable humedad…
Mi mano y mis muslos se mojan de la más deliciosa y salada miel lechosa…
No puedo esperar más…
Necesito gritar como una loca…
Mi respiración se entrecorta…
Un agudo y punzante dolor se apodera de mi cabeza…
Sí…Lo sé…
Me voy a correr…
Mis piernas tiemblan…
Me corro… Me corro…Me c…
Dios mío…qué inmensa locura…
Una…dos…tres…
Cuatro orgásmicas e interminables oleadas …
Me deshago en dulce llanto y mil gemidos…
Grito tu nombre…
Como si estuvieras conmigo…
Te quiero…Te quiero…Te quiero…
Ahora sonrío…río...lloro...
Mezclando sensaciones en mi dulce limbo de placer...
Bendecida por tu ausente presencia que me ha traído a tan maravilloso Edén…
Sentada en el suelo…
Palpitante…Temblorosa…
Feliz de haber vuelto a hacerte mío…
De sentirte…otra vez…
Tan intensamente conmigo…
